miércoles, 18 de noviembre de 2009

Paredes transitadas


Finos hilos de luz cruzan mi habitación. Sólo es visible uno, pero en la pared frente a la persiana hay cuatro círculos de sol. Afinando la vista puedo distinguir los demás. Salen desde mi persiana como brillantes telarañas. De pronto una nube cambia el contraste dentro y deja a la vista sólo el hilo más grueso. Aunque no los pueda ver, sé que siguen ahí. Maravilloso pensar que la visión es el resultado del reflejo de éstos hilos invisibles en nuestra retina. La habitación resplandece nuevamente y los hilos de luz vuelven a surcar el aire. ¡Oh, polvo majestuoso, que brillas como diamantes al rayo del Sol, nunca dejes de ser visible para mi!
No hay recuerdo más espectacular para mí que ver como pasea una bicicleta por la pared hasta perderse en el techo mientras chirría oxidada. No olvido las bicicletas que recorrían mis paredes y animaban mi despertar. Tampoco los autos, ni los peatones.

3 comentarios:

  1. ema que flayero que sos -de que polvos ablas ?eso de el reflejo en la pared y techo te lo entiendo ,yo tambien tengo intactas esas imagenes en mi mente -lindos recuerdos de infancia.

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  2. esos q brillan al rayo del sol viste?
    q se iluminan y los gatitos juegan con él

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  3. que lindo apreciar los rayos de sol colados desde la persiana. la ultima vez que los aprecie, estaba bajo una cucheta, hace muchos años, en alguna de las dos habitaciones que tengo en la mente. casi lloro, quiero volver. muy bueno este post!

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