miércoles, 17 de agosto de 2016

Estado Mental: BLEH...

¿Es preferible saber (y dominar) por completo un tema específico o saber un poco de muchos temas pero no aportar significativamente en ellos?
En el primer caso se corre el riesgo de ser monotemático, denso, fanático. En el segundo, se corre el riesgo de ser un bleh.
Creo que soy un bleh.
No nací siendo bleh, por supuesto.
Uno se va convirtiendo en bleh a medida que pasa el tiempo. Primero se empieza por opinar sobre todo, y por causa del entusiasmo que produce la novedad, las opiniones son realmente interesantes ¡y hasta productivas!
Esa cuando uno se da cuenta de que ha malgastado terriblemente su tiempo cuando se convierte en bleh.
"¿Para qué carajo me gasto, si es como hablar con una pared?"
¿Te has preguntado eso alguna vez? Es el primer síntoma del bleh. Luego, progresivamente comienza a expandirse a otras áreas de la personalidad. Ahora puede que no sólo te sientas bleh en el terreno de las ideas, sino que también están en riesgo tus acciones.
No hay nada peor que hacer algo sin motivación. ¡Pero no te culpes!
Un verdadero bleh no se gastaría jamás en ello.