jueves, 26 de mayo de 2022

Tamagochi

 Estoy en ese momento de la vida que uno ya no explica su punto de vista de forma paciente y fundamentada. Simplemente utilizo el sarcasmo para hacer valer mi parecer. Eso acarrea algunos problemas, por ejemplo que el interlocutor se sienta ofendido, cosa que en la mayoría de casos me agrada, aunque no sea el objetivo final. Si queremos hablar en serio nos tenemos que sentar un buen rato, y me tenes que dar tiempo y espacio para hilar mis pensamientos de forma adecuada, porque uno ya tiene una edad ?) y tengo que ponerme a ordenar la estantería antes de encontrar la fuente que estructura todo el sistema que conduce al desenlace sarcástico. Pero muy frecuentemente tengo la sensación de que la otra persona no está interesada en mantener una conversación, un intercambio de ideas, y me interrumpe. No hay cosa que odie más que alguien me interrumpa cuando estoy tratando de realizar ese proceso de significación de conceptos. Me cago en dió! Querés tener razón? Tenés razón! Ahora dejame seguir con mi ignorancia que se me muere el Tamagochi.

domingo, 1 de mayo de 2022

Anti-prólogo de un Anti-poema

*Ensayo para el prólogo del libro de poemas de un amigo. Cuando esté terminado incluiré más información y link de descarga* 


Quizás no sea casualidad que hoy me encuentre con resaca. Quizás no sea casualidad haber encontrado hoy estos Anti-poemas. Sus líneas, como podrás comprobar por tu cuenta, querido lector, evocan todo el espectro de sentimientos. Pero no nos quedamos allí, aquí no existe la conformidad. Más bien todo lo contrario. Cada verso, cada renglón, nos sitúa en una escena como si de una obra de teatro se tratase, sólo que el guión está manchado de vino, sus hojas arrancadas con ímpetu, muchas veces con euforia, y otras emiten brillo propio como si se tratasen de aferrar a la esperanza. La misma que nos mantiene enganchados en éste recorrido cronológico dentro de una psique excepcional. 

Y es que el autor de estos poemas nos obsequia la posibilidad de asomarnos en el abismo de sus cavilaciones y vicisitudes. Y allá, muy en el fondo, podemos vislumbrar cómo emerge la lava, cómo la apariencia de un volcán inactivo puede, de un momento a otro, escupir sus pensamientos de una manera que, en el peor de los casos, no deja indiferente.

Mi humilde consejo para la lectura de los versos que encontrará a continuación, querido lector, es que se rinda al torrente y se deje arrastrar por la lava. Sincronice su sangre con la tinta que aquí se ha derramado, y arda. No se resista a la combustión que éstos versos provocan en un mundo ignífugo e insensible.